Muchos usuarios que utilizan la computadora no podrían imaginarse la vida sin Internet: operaciones bancarias, reservas de billetes para viajar, entradas para acontecimientos deportivos y culturales, se realizan, en gran parte por este medio.
Las nuevas tecnologías de la información son un hecho imparable y que reporta importantes y variados beneficios a quienes las utilizan. Sin embargo tienen efectos secundarios perniciosos sobre nuestro sistema social. Entre ellos, el segmentar y separar más las distancias económicas y culturales entre los sectores integrados en el desarrollo tecnológico y la población excluida de dicho desarrollo.
Sin embargo, y pese al crecimiento del uso de la informática y de Internet, en particular, hay una considerable porción de la población que no tiene estas ventajas.
Todavía no se puede dar por supuesto el que “todo el mundo” disfrute de las ventajas de Internet, ni siquiera una inmensa mayoría. “La diferencia entre utilizar o no Internet (“online” u “offline”) está agrandando la brecha de las diferencias sociales”,
El término brecha digital es un concepto, que se refiere no sólo a la diferencia entre individuos, sino también grupos familiares, empresas e incluso áreas geográficas, que tienen o no la oportunidad de acceder a las TICs, así como también al uso y aprovechamiento inteligente de las mismas, vinculadas a la producción, comunicación, comercialización y administración.
EL concepto de brecha digital se puede analizar desde tres visiones diferentes: La de acceso, basada en la diferencia entre las personas que pueden acceder o no a las TICs; la de uso, basada en las personas que saben utilizarlas o no; y las de la calidad de uso, basada en las diferencias entre los mismos usuarios.
Una de las mejores maneras de concretar la comprensión de un concepto es la forma en que este se valora. En este sentido, las más importantes mediciones de la brecha digital están relacionadas con el grado de masificación de uso de las TICs entre países, regiones, grupos o personas y se mide por variables como la disponibilidad de computadoras, la densidad telefónica y la velocidad de acceso por persona.
Teniendo en cuenta que las TICs constituyen actualmente los ejes de la sociedad y la economía, la mencionada brecha implica que aquellos no informatizados e informados, no tendrán opción de participar en empleos que requieran de estos conocimientos, en estrategias de gobierno electrónico y de educación abierta o en línea.
La Tecnología Como Factor de Discriminación Social
En la actual era de la información, el acceso a la tecnología se vuelve un elemento de discriminación social, así tenemos que si no perteneces al grueso de la población capaz de acceder a Internet, entablar conversaciones a través de MSN o simplemente mandar un mensaje de texto por celular eres excluido, discriminado al grado de poner en peligro tu empleo.
La actual revolución tecnológica ha vuelto indispensable el uso de objetos y/o servicios que en otros tiempos no hubieran sido otra cosa que curiosidades tecnológicas sin sentido. Sin importar nuestra clase social, o grado escolar nos hemos dejado encadenar a celulares, computadoras I pods, dvd’s, y cuanto nuevo producto lancen las compañías al mercado, claro que en apariencia (solo en apariencia) esto significa la completa democratización de la tecnología, ya que tenemos la misma posibilidad de adquirir el celular más moderno.
O sea que no existe una nivelación social, ni tampoco es que la tecnología esté al alcance de todo, solo sucede que el sistema crea esta ilusión de igualdad de posibilidades.
Las compañías nos manipulan mediante la publicidad con la presentación de vidas ideales poco posible y en algunos casos hasta peligroso1.
La televisión nos dice qué comer y donde, como vestir y la forma más correcta de pensar. “Si los individuos se encuentran a si mismos en las cosas que dan forma a sus vidas, lo hacen no al andar, sino al aceptar la ley de las cosas; no a las leyes de la física, sino a las de su sociedad” . En esta lucha por la enajenación del pueblo, la televisión (incluidos los infomerciales y la basura que se atreven a llamar programas de televisión) juegan un papel crucial como transmisor de la ideología dominante.
1-No olvidemos los casos de bulimia y anorexia, que acosan a las preadolescentes como influencia de modelos de ropa, sin mencionar las muertes de algunas de estas mismas modelos por desnutrición.
La televisión se encarga de difundir los ideales que se le imprimen a los nuevos productos sin mencionar el hecho de que esta encargada de crear falsas necesidades.
En estas formas se nos presenta la cara de un sistema de relaciones sociales mediada por la economía de mercado a la cual debemos acceder para sobrevivir y si no logras alienarte al sistema este también se encarga de eliminarte.
En este sentido la razón ha sido trastocada por el sistema e incluso el sistema ha inventado su propia razón la del consumo; la que hoy no nos permite imaginar un mundo sin estas necesidades falsas que nos subordina ya no solo a la burguesía sino también al aparato.
Hemos dejado de pensar en las consecuencias que tiene para nuestro planeta la sobre explotación de los recursos necesarios para el “bienestar” del ser humano. Los combustibles fósiles envenenan nuestros pulmones, desperdiciamos agua que mañana necesitaremos, rompemos el equilibrio ecológico arrasando bosques y desapareciendo mercenariamente especies enteras de animales, nos hemos divorciado totalmente de la tierra y lo empezamos a pagar con el calentamiento global.
Lo lamentable es que aún así no entendemos y seguimos regidos por la razón del consumo a pesar de la madre tierra hoy nos empieza a reclamar y son los más pobres los que pagan esas injusticias, resistiendo huracanes, inundaciones, lluvias ácidas…
Conclusión
Para reducir la brecha digital, hay que crear condiciones, para que los grupos menos favorecidos tengan la capacidad de generar nuevos conocimientos mediante la utilización de Internet, y reflejarlos en aplicaciones concretas que transformen a la sociedad.
En definitiva la única manera en que la población podría acceder equitativamente a la tecnología y a sus beneficios y morigerar o disminuir los efectos socialmente polarizadores de la misma sería a través de un rol más activo del Estado en cuanto a regulación. Esto se traduciría en un acceso a las redes técnicas más homogéneamente en el territorio.
El debate creo que debe consistir en cómo construir un modelo democrático de la sociedad de la información y del papel de la educación en dicho proceso.
Las nuevas tecnologías de la información son un hecho imparable y que reporta importantes y variados beneficios a quienes las utilizan. Sin embargo tienen efectos secundarios perniciosos sobre nuestro sistema social. Entre ellos, el segmentar y separar más las distancias económicas y culturales entre los sectores integrados en el desarrollo tecnológico y la población excluida de dicho desarrollo.
Sin embargo, y pese al crecimiento del uso de la informática y de Internet, en particular, hay una considerable porción de la población que no tiene estas ventajas.
Todavía no se puede dar por supuesto el que “todo el mundo” disfrute de las ventajas de Internet, ni siquiera una inmensa mayoría. “La diferencia entre utilizar o no Internet (“online” u “offline”) está agrandando la brecha de las diferencias sociales”,
El término brecha digital es un concepto, que se refiere no sólo a la diferencia entre individuos, sino también grupos familiares, empresas e incluso áreas geográficas, que tienen o no la oportunidad de acceder a las TICs, así como también al uso y aprovechamiento inteligente de las mismas, vinculadas a la producción, comunicación, comercialización y administración.
EL concepto de brecha digital se puede analizar desde tres visiones diferentes: La de acceso, basada en la diferencia entre las personas que pueden acceder o no a las TICs; la de uso, basada en las personas que saben utilizarlas o no; y las de la calidad de uso, basada en las diferencias entre los mismos usuarios.
Una de las mejores maneras de concretar la comprensión de un concepto es la forma en que este se valora. En este sentido, las más importantes mediciones de la brecha digital están relacionadas con el grado de masificación de uso de las TICs entre países, regiones, grupos o personas y se mide por variables como la disponibilidad de computadoras, la densidad telefónica y la velocidad de acceso por persona.
Teniendo en cuenta que las TICs constituyen actualmente los ejes de la sociedad y la economía, la mencionada brecha implica que aquellos no informatizados e informados, no tendrán opción de participar en empleos que requieran de estos conocimientos, en estrategias de gobierno electrónico y de educación abierta o en línea.
La Tecnología Como Factor de Discriminación Social
En la actual era de la información, el acceso a la tecnología se vuelve un elemento de discriminación social, así tenemos que si no perteneces al grueso de la población capaz de acceder a Internet, entablar conversaciones a través de MSN o simplemente mandar un mensaje de texto por celular eres excluido, discriminado al grado de poner en peligro tu empleo.
La actual revolución tecnológica ha vuelto indispensable el uso de objetos y/o servicios que en otros tiempos no hubieran sido otra cosa que curiosidades tecnológicas sin sentido. Sin importar nuestra clase social, o grado escolar nos hemos dejado encadenar a celulares, computadoras I pods, dvd’s, y cuanto nuevo producto lancen las compañías al mercado, claro que en apariencia (solo en apariencia) esto significa la completa democratización de la tecnología, ya que tenemos la misma posibilidad de adquirir el celular más moderno.
O sea que no existe una nivelación social, ni tampoco es que la tecnología esté al alcance de todo, solo sucede que el sistema crea esta ilusión de igualdad de posibilidades.
Las compañías nos manipulan mediante la publicidad con la presentación de vidas ideales poco posible y en algunos casos hasta peligroso1.
La televisión nos dice qué comer y donde, como vestir y la forma más correcta de pensar. “Si los individuos se encuentran a si mismos en las cosas que dan forma a sus vidas, lo hacen no al andar, sino al aceptar la ley de las cosas; no a las leyes de la física, sino a las de su sociedad” . En esta lucha por la enajenación del pueblo, la televisión (incluidos los infomerciales y la basura que se atreven a llamar programas de televisión) juegan un papel crucial como transmisor de la ideología dominante.
1-No olvidemos los casos de bulimia y anorexia, que acosan a las preadolescentes como influencia de modelos de ropa, sin mencionar las muertes de algunas de estas mismas modelos por desnutrición.
La televisión se encarga de difundir los ideales que se le imprimen a los nuevos productos sin mencionar el hecho de que esta encargada de crear falsas necesidades.
En estas formas se nos presenta la cara de un sistema de relaciones sociales mediada por la economía de mercado a la cual debemos acceder para sobrevivir y si no logras alienarte al sistema este también se encarga de eliminarte.
En este sentido la razón ha sido trastocada por el sistema e incluso el sistema ha inventado su propia razón la del consumo; la que hoy no nos permite imaginar un mundo sin estas necesidades falsas que nos subordina ya no solo a la burguesía sino también al aparato.
Hemos dejado de pensar en las consecuencias que tiene para nuestro planeta la sobre explotación de los recursos necesarios para el “bienestar” del ser humano. Los combustibles fósiles envenenan nuestros pulmones, desperdiciamos agua que mañana necesitaremos, rompemos el equilibrio ecológico arrasando bosques y desapareciendo mercenariamente especies enteras de animales, nos hemos divorciado totalmente de la tierra y lo empezamos a pagar con el calentamiento global.
Lo lamentable es que aún así no entendemos y seguimos regidos por la razón del consumo a pesar de la madre tierra hoy nos empieza a reclamar y son los más pobres los que pagan esas injusticias, resistiendo huracanes, inundaciones, lluvias ácidas…
Conclusión
Para reducir la brecha digital, hay que crear condiciones, para que los grupos menos favorecidos tengan la capacidad de generar nuevos conocimientos mediante la utilización de Internet, y reflejarlos en aplicaciones concretas que transformen a la sociedad.
En definitiva la única manera en que la población podría acceder equitativamente a la tecnología y a sus beneficios y morigerar o disminuir los efectos socialmente polarizadores de la misma sería a través de un rol más activo del Estado en cuanto a regulación. Esto se traduciría en un acceso a las redes técnicas más homogéneamente en el territorio.
El debate creo que debe consistir en cómo construir un modelo democrático de la sociedad de la información y del papel de la educación en dicho proceso.
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